Te descubro atravesado
entre mis manos y tus besos.
Ajenjo es tu sudor .
Elixir de miel tu cuerpo.
Y es mi boca la que pierde.
Ajena , salvaje , sin dueño.
Que te atrevas , me invadas , me encuentres.
Díscola mania de tus tiempos.
La ruta de tu sol ya no importa
ni la danza de mis lunas
ni mis brújulas , ni tus sueños .
Ni las madrugadas borrachas
ni tu placer mancebo.
Ya todo es relativo
levemente voy perdiendo peso.
A donde fluye este río?
Cual será la mar que me dará consuelo?
Naufragar sin esperanzas
es lo único que espero.
Y aqui estoy redimida.
El frío me esta cubriendo.
Paloma herida no tiembles .
La muerte no tiene color.
La muerte es un dulce encuentro.
De Gabriela Barrera Delic
